EL LEGADO DE "X": Y NO LLORÉ....

jueves, 5 de noviembre de 2015

Y NO LLORÉ....

Y NO LLORÉ...
(Legado de una  despedida )

No quería llorar, y no lloré. Aquella tarde todo cambiaría para los dos. La distancia que nos separaba iba a verse aumentada en unos cientos de kilómetros, pero no lloré. Tímido, acerté a sacar mi regalo de despedida del bolsillo de la sudadera, y de paso, encontré los pañuelos que me había guardado al salir de casa. Pero no lloré. No había tenido mucho tiempo para envolverte mi regalo, pero lo más importante aquella tarde, no eran los materialismos. Tú te ibas lejos y yo, me quedaba sin poder hacer nada.

Las cadenas que nos unían, finalmente se romperían por mucho que intentamos estirarlas; al final, se rompieron. Nos prometimos escribirnos, llamarnos, vernos de vez en cuando… Al principio lo conseguíamos y durante algún tiempo seguimos en contacto. Nos mentimos. La distancia se hizo cada vez mayor, las palabras eran cada vez más débiles y las conversaciones se hicieron superfluas. Nos perdimos sin apenas darnos cuenta.

Y al desenvolverlo, tu mirada delató la sorpresa al no entender que te daba. Pero aún así, no lloré. Y entonces, te agarré las manos y acerqué aquel tarro de cristal a mi mejilla. Cuando tus dedos rozaron mi piel, sucedió lo que esperabas. Mis ojos se humedecieron y una lágrima resbaló hacia tu dedo, y de tu dedo escapó hacia el tarro.

Y ese día no lloré, porque todas mis lágrimas las había encerrado en ese tarro para poder así regalártelo. En ese bote, capturé cada lágrima que había derramado en los últimos días al pensar que te perdía. Al pensar que jamás volvería a tenerte como te había tenido. Al pensar que jamás me consolarías con tus abrazos en los malos momentos. Al pensar que tu sonrisa no volvería a iluminar mis mañanas. Al pensar que te ibas sin haberte dicho antes cuanto te quería. Pero no lloré, porque no me quedaban lágrimas que derramar por ti.

Y al despedirte, me besaste la mejilla y no lloré. Y me saludase desde la ventana del vagón llorando pero sin abandonar tu sonrisa, y no lloré. Y cuando el tren comenzó a alejarnos, descubriste una caja en tu americana y la abriste y estaba vacía. Y pronto te levantaste y preguntaste a gritos por el significado de esa caja. Pero yo ya caminaba cabizbajo con las manos en los bolsillos. Pero yo ya daba la espada a tu ventana y no me oíste murmurar: ” Esa caja esconde todos los besos que me hubiese gustado darte, pero no te di. Cuando en el olvido, intentes recordarme, abre la caja, coge uno de mis besos y recuerda, que aunque nunca te lo dije, yo, te quería. Buen viaje y hazme un favor, se feliz”.

Y sí; te traicioné. Prometí regalarte cada una de las lágrimas que brotaron por ti. Pero solo pude regalarte las lágrimas que derramé hasta la despedida. Pero en la despedida….no lloré.

Y hoy quiero que suene "Mi soledad y yo" de Alejandro Sanz. Y hoy quiero que suenen todos esos besos que no te dí, y todos esos te quiero que reprimí...pero no lloré.



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